Estados Unidos resaltó el domingo su contribución en la defensa de Israel tras el ataque aéreo lanzado por Irán, mientras el presidente Joe Biden convocaba a los líderes del Grupo de los Siete para evitar una escalada del conflicto y coordinar una respuesta global contra Teherán.
Washington asistió al gobierno israelí en la interceptación de decenas de drones y misiles disparados por Irán el sábado, en el primer ataque militar directo de Teherán contra Israel. Funcionarios estadounidenses informaron que el 99% de los misiles lanzados fueron derribados sin causar daños significativos.
Biden, en una llamada con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, instó a Israel a mantener la moderación y resaltó su capacidad defensiva. Asimismo, intentó disuadir a Israel de emprender una represalia mayor contra Irán.
La Casa Blanca indicó que Biden mantuvo una llamada con el rey Abdalá II de Jordania, quien advirtió sobre el riesgo de una escalada regional. Además, el presidente habló con los líderes del Congreso para asegurar fondos adicionales para Israel y Ucrania.
Tras la videoconferencia del G7, los líderes emitieron una declaración conjunta condenando el ataque de Irán y expresando plena solidaridad con Israel. También advirtieron sobre la desestabilización regional provocada por Irán y se mostraron dispuestos a tomar medidas adicionales, incluida la posible inclusión de la Guardia Revolucionaria de Irán en la lista de organizaciones terroristas y la imposición de nuevas sanciones.