Por: El Gallegoso
Adiós, Dinamarca
Cuando se trata de rendir cuentas, algunos legisladores salieron más canijos que bonitos. Y es que la solución más fácil para no explicar muchas cosas es simplemente hacerse de humo.
Nadie quiere saber por qué se cancelaron las normas oficiales en materia de salud, o el desabasto de medicamentos. Y si hay razones por las que el subsecretario de prevención de la salud, Hugo López-Gatell, no quiere reunirse con los diputados federales, ¿qué más da?
Así, para facilitarle las cosas al Dr Muerte -como lo apodaron los legisladores de oposición al funcionario- los diputados y senadores de Morena y su mayoría convenientemente reventaron la sesión de la Comisión Permanente del pasado martes. Cuando digo reventaron la sesión me refiero a que se ausentan de manera voluntaria para que la asistencia sea menor a la obligatoria por ley para que pueda seguir sesionando el Congreso.
Antes de tener que recurrir a tan radical medida, (ustedes saben, se ve mal y sabe peor tener que dejar vacío el salón de sesiones y dejar a medio comer el andwichito y la Coca Cola todavía espumosa) el bloque oficialista trató de encontrar culpables en todos los rincones del universo con tal de no aceptar la negligencia criminal del arrogante servidor público que en más de una ocasión se ha dedicado a denostar a los familiares de niños con cáncer debido a sus golpistas (así lo dijo él, no yo) exigencias de que haya abasto de medicamentos oncológicos. Y vaya que lo intentaron: la corrupción del pasado, el neoliberalismo y la corrupción del pasado, ah y también la corrupción en la licitación en la compra de medicamentos.
Por supuesto, para los morenistas, el gobierno del presidente López Obrador no tuvo errores en la gestión de la pandemia.
“Un servidor viene del Covid y no me morí. ¿Por qué? Porque mi padre Dios es muy grande. No se vale que aquí jueguen con la voluntad de arriba”, dijo el diputado Javier Borrego, a quien solamente le faltó decir que durante la pandemia de Covid-19 la gente se murió con tal de empañar el avance de la cuarta transformación.
Borrego Adame, reclamó la audacia de los legisladores de oposición.
“No se vale que jueguen con un tema tan importante que es la salud. Si bien es cierto puede ser que en algunos temas sí faltó que hubiera alguna atención, en muchos casos a varias personas que les dio Covid, por voluntad propia decidieron quedarse en sus hogares. Y eso no fue por culpa del Presidente, fue por una decisión muy personal que debemos de respetar”.
“Ahora resulta que los mexicanos que perdieron la vida durante la pandemia del Covid, en su mayoría, lo hicieron porque se quedaron voluntariamente en sus casas esperando la muerte”, respondió el panista Román Cifuentes, al subrayar que de acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico “México fue el país que peor atendió la pandemia”.
“Se ratificó, pontificó el emecista Jorge Álvarez Maynez, el exceso de mortalidad de 800 mil personas es una cifra del ONEGI, y es una cifra lamentable, por supuesto que hay negligencia criminal”.
Del partido que fueran, los legisladores se agarraron a toallazos con el dolor de los mexicanos. Todo con tal de dilucidar quién merece perder la próxima elección.
Y los que sí perdimos a un familiar debido a este paupérrimo e indolente sistema de salud mexicano nos iremos a enjugar las lágrimas a otro lugar, porque sabremos que Dinamarca parece estar en una muy pero muy lejana galaxia que ni con el telescopio James Webb podremos acercar.
*Colofón
Primero fue la Coca Cola, ahora piratean cerveza… #PaisClown
Tan tán.
