El Senado de la República aprobó este martes una reforma constitucional histórica que reconoce los derechos de las comunidades indígenas y afromexicanas en México. Con 127 votos a favor, cero en contra y ninguna abstención, los senadores avalaron la iniciativa presentada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, la cual modifica el Artículo 2 de la Constitución.
Esta reforma eleva a rango constitucional el reconocimiento de los pueblos indígenas y afromexicanos como sujetos de derecho público, dotándolos de personalidad jurídica y patrimonio propio. Este paso histórico beneficia a más de 23 millones de personas que se identifican como parte de estos grupos, en un país con una población total de aproximadamente 126 millones.
Derechos colectivos y autonomía comunitaria
El decreto no solo reconoce la diversidad étnica y pluricultural de la nación, sino que garantiza el derecho de estas comunidades a ser consultadas de manera libre, previa e informada sobre cualquier medida que pueda impactar su vida o territorio. Esto incluye proyectos legislativos y administrativos, respetando su cosmovisión y sistemas normativos tradicionales.
La reforma también establece que las autoridades comunitarias podrán ejercer su jurisdicción de acuerdo con sus propias normativas, siempre dentro del marco legal vigente, lo que representa un avance significativo en el respeto y protección de los sistemas de justicia indígenas.
Compromisos y retos pendientes
Durante el debate, la senadora Ernestina Godoy, de Morena, subrayó que “nunca más un México sin sus pueblos indígenas y originarios”, en un llamado a saldar la deuda histórica del país con estos grupos. Por su parte, Mely Romero, del PRI, celebró el avance, pero advirtió que aún queda mucho por hacer para asegurar que estos derechos se traduzcan en mejoras tangibles para las comunidades. Señaló la necesidad de revertir recortes en programas de apoyo, como el acceso a tecnología y el impulso a la producción para el autoconsumo.