Más de 60 personas murieron y otras 100 resultaron heridas en el ataque perpetrado por hombres armados en una sala de conciertos de Moscú.
Fueron cinco personas vestidas con trajes de camuflaje quienes abrieron fuego en el auditorio municipal de Crocus, al noroeste de la capital.
Según el ministro de Salud de Rusia, Mijaíl Murashko, 115 personas estaban siendo atendidas en centros médicos entre ellas cinco niños.
En el momento del ataque se encontraban en el recinto unas 6.200 personas, cifra que corresponde al número de entradas vendidas para el concierto del conocido grupo de rock ruso Picnic.
Sobre la madrugada, luego de ser informado de toda la situación, la viceprimera ministra, Tatyana Golikova, dijo que el presidente Vladimir Putin deseaba a todos los heridos una pronta recuperación y expresó su agradecimiento a los médicos.