La Corte Penal Internacional (CPI) anunció el viernes que ha emitido una orden de detención contra el Presidente ruso Vladímir Putin y Maria Alekseyevna Lvova-Belova, funcionaria de su gobierno, acusados de deportación ilegal y traslado ilegal de niños en Ucrania.
El presidente de la corte, Piotr Hofmanski, dijo en un video que si bien los jueces de la CPI emitieron las órdenes, dependerá de la comunidad internacional hacerlas cumplir.
Esto es debido a que la CPI no tiene una fuerza policial propia para hacer cumplir las órdenes y por lo tanto el presidente ruso debería ser entregado a la CPI por el gobierno de Rusia o arrestado fuera del país, dentro de las fronteras de un Estado que sí reconozca la jurisdicción de la corte.
Lo cual hace muy improbable un posible juicio al presidente ruso, ya que Moscú no reconoce la jurisdicción del tribunal y no extradita a sus ciudadanos, lo que fue reafirmado esta semana por por el Portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.