Estados Unidos, China, la Unión Europea y más de veinte países se unieron en el Reino Unido para firmar la Declaración de Bletchley, un acuerdo histórico que busca garantizar un desarrollo seguro de la inteligencia artificial (IA).
Este documento, que también incluye firmas de Brasil y Chile, destaca la necesidad urgente de comprender y gestionar colectivamente los riesgos potenciales asociados con la IA.
La cumbre internacional en la que se firmó la declaración no tiene como objetivo establecer legislación global, pero busca trazar un camino a seguir en la regulación de esta tecnología.
Además, se anunciaron futuras cumbres en Corea del Sur y Francia para abordar este tema en profundidad. Estados Unidos también planea establecer un instituto sobre la seguridad de la inteligencia artificial en Washington, junto con el Reino Unido, para evaluar y mitigar los riesgos asociados con la IA generativa y otros modelos avanzados.
Estos avances tecnológicos tienen un gran potencial en campos como la medicina y la educación, pero también plantean desafíos en términos de seguridad y control.
La Declaración de Bletchley representa un paso importante hacia la colaboración internacional en la regulación de la IA.