Definiciones

By Redacción Lo Más Mx 4 Min Read

Ya no hay duda, si es que alguna vez la hubo, de que José Luis Urióstegui Salgado, presidente municipal de Cuernavaca, buscará la candidatura a gobernador de Morelos.

Durante meses sostuvo que estaba únicamente concentrado en gobernar la capital de la entidad, hasta que ayer aceptó que sí la desea, pero esperará los tiempos.

Urióstegui Salgado llegó el primero de enero a las oficinas del Papagayo con un bono democrático que fundó esperanzas de cambios y mejoras en la gestión de gobierno municipal, que lograran revertir el deterioro en la calidad de vida de los habitantes de Cuernavaca.

Cuando la alianza entre el Partido Acción Nacional (PAN) y el hoy desaparecido Partido Socialdemócrata (PSD), lograron el triunfo sobre la coalición oficialista formada por el Partido Encuentro Social (PES) y el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), las expectativas sobre Urióstegui se elevaron tanto que, varios de los cercanos al hoy munícipe, apenas contados los votos en las urnas, ya lo daban por gobernador en el 2024.

Quienes se emocionaron con tal intensidad tenían motivos, cinco meses antes de la toma de posesión del nuevo alcalde: había ganado a un adversario que contaba con todo el respaldo del ejecutivo estatal, un completo apoyo político del gobierno federal y lo que llamaron, en su momento, “carretadas de dinero”.

Ahora, cinco meses después de la toma de protesta, las circunstancias han cambiado, lo siguen viendo como candidato, pero ya no dan por seguro que vaya a ganar las elecciones.

Eso también tiene motivos: Por un lado, el desgaste que ha sufrido la administración municipal por la falta de recursos líquidos, el peso de la deuda histórica, la falta de viabilidad financiera, la escasa obra pública o la mala calidad de la poca que se ha hecho -consecuencia de lo anterior-, los desatinos de los funcionarios que lo acompañan en la administración, mayormente incorporados por los compromisos que Urióstegui adquirió con el PAN, la inseguridad creciente, así como la soberbia, la negligencia y el desdén con que actúan quienes deberían asumir que están ahí para servir y colaborar, para rectificar lo que antes se hacía mal, no para continuar con la tradición de subirse a un tabique y marearse de poder.

Una vez que ha aceptado que desea la candidatura, José Luis Urióstegui está doblemente obligado a dar buenos resultados. Ni duda cabe que volverá a tener en contra al sistema y no hasta el 2024, sino ya, porque si bien, como él dijo, solamente está pensando en Cuernavaca, en su día a día al frente de la comuna, los otros, los de enfrente, no.

Ellos sí que están pensando y haciendo, rumbo a la elección de gobernador. Todavía falta y nada está definido. Sin embargo, esas definiciones ya se están construyendo.

Y para iniciados

Las secuelas de las elecciones de este año para el PRI no han terminado. La permanencia de Alejandro Moreno Cárdenas (Alito), renuente a dejar su cargo, a pesar de los malos resultados electorales, que durante su dirigencia han llevado al tricolor al peor momento de su historia y los escándalos mediáticos, sigue siendo cuestionada.

Si, como pronostican algunos, se abren procesos legales en su contra, ya no tendrá para dónde hacerse y estará obligado moralmente a dejar su cargo, so pena de transferir su desgaste personal a su partido y convertirse, Alito, de dirigente a enterrador. La información es PODER!!!

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