La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, anunció nuevas sanciones contra líderes de un cártel de droga mexicano implicado en el tráfico de fentanilo y sus precursores químicos. Esta medida forma parte de una iniciativa más amplia para frenar el flujo del mortal opioide sintético.
Nuevas Sanciones y Cooperación Bilateral
Yellen también pidió una mayor cooperación con México para detener el tráfico de fentanilo y sus precursores químicos. Afirmó que el gobierno del presidente Joe Biden destacará esta cuestión en sus conversaciones con la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum.
Detalles de las Sanciones
Las sanciones están dirigidas a ocho líderes y ocho entidades del cártel La Nueva Familia Michoacana. Yellen hizo este anuncio durante un viaje a Georgia, un estado clave en las próximas elecciones presidenciales estadounidenses del 5 de noviembre. Además de fentanilo, el Tesoro indicó que La Nueva Familia Michoacana también trafica cocaína y metanfetaminas a Estados Unidos y contrabandea migrantes a través de la frontera sur.
Medidas Adicionales para los Bancos
Yellen anunció una nueva advertencia suplementaria a los bancos por parte de la Red para la Represión de Delitos Financieros del Tesoro (FinCEN). Esta advertencia busca ayudar a los bancos a identificar y notificar transacciones sospechosas relacionadas con la adquisición de precursores químicos de fentanilo y equipos de fabricación china por parte de organizaciones delictivas en México.
Seguimiento del Dinero
La notificación de este tipo de transacciones permitirá a la FinCEN y a los organismos asociados rastrear a los traficantes. Yellen calificó este esfuerzo como un «paso importante» en la lucha contra el fentanilo y otros opioides sintéticos. «Esto nos permite seguir el rastro del dinero detrás de la cadena de suministro ilícita de fentanilo y perseguir a los delincuentes que perpetran la epidemia de opioides y se benefician de ella», declaró Yellen desde el Richard B. Russell Federal Building en Atlanta.
Estas acciones reflejan el compromiso de Estados Unidos en combatir el tráfico de opioides y fortalecer la colaboración internacional para abordar esta crisis de salud pública.