Este jueves el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) reveló que el ejército sabía en tiempo real lo que sucedía la noche en la que desaparecieron los 43 normalistas de Iguala.
De acuerdo con el GIEI durante la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) intervinieron comunicaciones telefónicas al grupo criminal Guerreros Unidos, llamadas en las que se hablaba de los normalistas y “de dónde había que mandar a los jóvenes”, revelaron.
Además afirmaron que había relación directa entre miembros del ejército, policías y criminales; y que Guerreros Unidos, familiares de los 43, y policías locales y estatales en la región eran vigilados por la Sedena con el programa de espionaje Pegasus.