El proyecto del Tren Maya, concebido como un atractivo turístico en la península del sureste mexicano, aún no ha logrado captar tanto interés entre el público extranjero como se esperaba, según datos recientes proporcionados por la empresa Tren Maya. A poco más de dos meses desde su inicio, el tren ha transportado a 50,976 pasajeros, de los cuales solo 1,787 fueron turistas internacionales, representando un 3.5% del total.
A pesar de que se anunció que el Tren Maya tendría tres tipos de servicios distintos, incluyendo turístico, transporte local y transporte de carga, hasta ahora los dos últimos no están completamente activos. La falta de una tarifa preferencial y el servicio de transporte de mercancías aún no disponible han limitado su viabilidad como alternativa de transporte para los habitantes locales.
Según expertos, el proyecto del Tren Maya se concibió como un sistema híbrido, donde se transportaría tanto carga como pasajeros para hacerlo rentable. Sin embargo, hasta ahora se ha enfocado principalmente en el transporte de pasajeros, lo que ha generado dudas sobre su rentabilidad a largo plazo.
Aunque el Tren Maya cuenta con una ocupación promedio del 84% por viaje, aún enfrenta desafíos en su operatividad, como quejas sobre el servicio y fallas técnicas. A pesar de ello, las autoridades confían en que estos problemas se corregirán una vez que todo el recorrido esté en pleno funcionamiento, hacia el segundo semestre de este año.
Hasta el momento, los destinos más demandados son Mérida-Teya, Cancún-Aeropuerto y Campeche-San Francisco de Campeche. Sin embargo, la falta de todas las estaciones operativas constituye una desventaja para el proyecto, y su rentabilidad a largo plazo aún no está garantizada.
Expertos coinciden en que, aunque se esperaba que el Tren Maya fuera deficitario desde un principio, su viabilidad económica dependerá en gran medida de la incorporación de más servicios y la corrección de los problemas operativos actuales.