La Casa Blanca anunció que las inscripciones para el nuevo plan de regularización de migrantes en Estados Unidos se abrirán el 19 de agosto. Este programa, que se espera beneficie a medio millón de personas, está dirigido principalmente a migrantes sin estatus legal que están casados con ciudadanos estadounidenses.
El plan, anunciado hace un mes, permitirá a los migrantes iniciar el proceso para obtener la residencia permanente sin tener que abandonar el país. Esta medida llega en un año electoral, donde la gestión de la migración es un tema central para los votantes.
El anuncio coincide con la visita del presidente Joe Biden a Las Vegas, Nevada, donde dará un discurso en la conferencia anual de UnidosUS, una organización que defiende los derechos de los migrantes. El voto latino es crucial en Nevada, un estado clave donde 1 de cada 5 votantes es hispano, según la organización NALEO.
Funcionamiento del Plan
El plan se basa en la figura legal conocida como «parole», un permiso temporal que ofrece protección frente a la deportación y permite obtener un permiso de trabajo. Con este permiso, válido por tres años, los migrantes que ingresaron al país de manera irregular y están casados con ciudadanos estadounidenses pueden solicitar la residencia permanente y, eventualmente, la ciudadanía.
Tradicionalmente, los migrantes indocumentados pueden obtener la residencia si se casan con un ciudadano estadounidense, pero deben salir del país y acudir a una embajada, lo cual conlleva el riesgo de ser prohibidos de reingresar por periodos de 3 a 10 años como penalización por su estatus ilegal. Este «parole» elimina la necesidad de salir del país, permitiendo a los migrantes esperar la aprobación de su residencia sin separarse de sus familias.
A partir del 19 de agosto, los interesados podrán enviar sus solicitudes y comenzar el proceso para obtener la residencia permanente. Este programa es visto como una medida para abordar de manera más humana y efectiva el tema de la migración, ofreciendo una solución práctica para miles de familias.
El nuevo plan de regularización representa un paso significativo en la política migratoria de Estados Unidos, proporcionando una oportunidad para que miles de personas regularicen su situación y permanezcan con sus seres queridos. Con la apertura de las inscripciones en agosto, se espera que el programa tenga un impacto positivo en muchas vidas, en un momento crítico del año electoral.