El expresidente de México, Felipe Calderón, rompió el silencio tras la condena de 39 años de prisión impuesta a su exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, quien fue declarado culpable por cargos de narcotráfico y corrupción en Estados Unidos. A través de redes sociales, Calderón afirmó que durante su mandato no tuvo evidencia verificable que vinculara a García Luna con actividades ilícitas, pero subrayó que «quien infrinja la ley debe asumir las consecuencias de sus actos».
En un extenso mensaje publicado en su cuenta de X (antes Twitter), Calderón señaló que nunca recibió información, ni de agencias nacionales ni extranjeras, que sugiriera la implicación de García Luna en actividades criminales. «Nunca tuve evidencia verificable que lo involucrara con actividades ilícitas», escribió. Además, afirmó no haber tenido acceso a las pruebas presentadas en el juicio, pero destacó su respeto por el proceso judicial: «Soy un hombre de leyes y respeto la decisión de los tribunales».
A pesar del escándalo que ha rodeado a su excolaborador, Calderón defendió su política de seguridad, conocida por la «guerra contra el narcotráfico», y afirmó que, si tuviera que tomar la misma decisión, lo haría de nuevo. «Enfrentar a los grupos criminales como Presidente de México fue una de las decisiones más difíciles de mi vida. Pero lo volvería a hacer, porque es lo correcto», declaró.
El expresidente reiteró que la responsabilidad de combatir al crimen organizado no recaía solo en García Luna, sino en todo un equipo de gobierno que luchó con «toda la fuerza del Estado». En su mensaje, Calderón rindió homenaje a las mujeres y hombres que, según él, defendieron a México del verdadero enemigo: el crimen organizado. «El verdadero enemigo de nuestro país es el crimen organizado, que secuestra, extorsiona y mata ciudadanos, especialmente a nuestros jóvenes», lamentó.
Calderón también reflexionó sobre los aciertos y errores de su estrategia de seguridad, recordando que, al dejar la presidencia en 2012, consideraba que el Estado había avanzado en su lucha contra el crimen organizado. Sin embargo, subrayó que la sociedad será la encargada de juzgar y comparar los resultados de su administración con los gobiernos posteriores.
Finalmente, el exmandatario hizo un llamado a la actual presidenta de México, Claudia Sheinbaum, instándola a fortalecer la lucha contra el crimen organizado. «El gobierno tiene la oportunidad de actuar eficazmente en defensa de las familias mexicanas. Puede fortalecer lo que se haya hecho bien y corregir lo necesario», concluyó, pidiendo una política de Estado en materia de seguridad y justicia que trascienda la polarización política.