Las tres presas que conforman el Sistema Cutzamala han alcanzado un nivel de almacenamiento de 502.1 millones de metros cúbicos (Mm³), lo que representa el 64% de su capacidad total. Este aumento se debe a las precipitaciones registradas entre el 5 y el 9 de octubre, aunque las lluvias no superaron los 22.5 milímetros. A pesar de que este porcentaje aún no iguala los registros históricos del sistema, es notable que el almacenamiento ha crecido en comparación con el 39% reportado el 13 de octubre de 2023.
Se espera que para el 15 de octubre el volumen de agua acumulada llegue a 510.3 Mm³, un incremento significativo respecto al 57.4% del 23 de septiembre. La presidenta Claudia Sheinbaum mencionó en su conferencia matutina que este aumento en el almacenamiento ha permitido mejorar el flujo de agua hacia la Ciudad de México. «Hacia principios de año, el suministro durante la temporada de lluvias era de aproximadamente 10 metros cúbicos por segundo, pero había disminuido a seis. Ahora hemos logrado recuperarlo a ocho metros cúbicos por segundo», declaró Sheinbaum.
La presa Valle de Bravo, que ha visto una recuperación notable gracias a un manejo hídrico efectivo por parte del Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México (OCAVM), no ha realizado extracciones de agua desde abril, lo que ha permitido la inyección de un caudal de 12 metros cúbicos por segundo. Citlalli Elizabeth Peraza Camacho, directora del OCAVM, informó que estas medidas, junto con las lluvias, han contribuido a recuperar casi 292 Mm³ de agua desde junio.
A pesar del progreso, la presidenta Sheinbaum enfatizó que el nivel de almacenamiento aún se encuentra por debajo de las cifras históricas, y se prevén esfuerzos continuos para gestionar el agua de manera más eficiente en el futuro. La estrategia de inyección de agua y la restricción en las extracciones son parte de un esfuerzo más amplio para asegurar un suministro estable para el Valle de México, que depende en gran medida de estas reservas hídricas.
La gestión del Sistema Cutzamala es crucial para el abastecimiento de agua a millones de habitantes de la Ciudad de México y su área metropolitana. Con una mayor atención en el manejo de recursos hídricos, se espera que la región pueda enfrentar de manera más efectiva los desafíos relacionados con la variabilidad climática y la creciente demanda de agua.
