Ismael «El Mayo» Zambada, cofundador del Cartel de Sinaloa, seguirá detenido en la prisión de El Paso, Texas, con una audiencia programada para el 9 de septiembre, según determinó la juez federal Kathleen Cardone este jueves.
El narcotraficante mexicano, de 76 años, compareció en silla de ruedas y vistiendo una sudadera azul con capucha y zapatos tipo crocs naranjas, ante la Justicia estadounidense en una audiencia procedimental. Esta presentación ocurre una semana después de su captura en la frontera con México, presuntamente traicionado por un hijo de «El Chapo» Guzmán.
La juez Anne Berton, un día antes, había dictaminado que “no existen condiciones” para liberar a Zambada, quien estuvo ausente en esa audiencia. La defensa de Zambada, liderada por Frank Pérez, argumentó que su cliente no se entregó voluntariamente sino que fue traicionado y secuestrado por Joaquín Guzmán López, hijo de «El Chapo», para ser entregado a las autoridades estadounidenses.
La juez Cardone autorizó la designación del juicio de Zambada como «inusual y complejo», eliminando así la posibilidad de un procesamiento rápido. Durante la audiencia, Zambada habló únicamente para aceptar renunciar a su derecho de reclamar un posible conflicto de intereses, ya que uno de sus abogados también defiende a su hijo «Vicentillo».
La defensa de Joaquín Guzmán López, quien fue trasladado a Chicago y se declaró no culpable de los cargos de tráfico de drogas, posesión de armas y lavado de dinero, rechazó la versión del secuestro presentada por Pérez. Por su parte, Zambada también se declaró no culpable durante su comparecencia el viernes pasado.
La juez ordenó que Zambada se mantenga lo más aislado posible, pero con acceso a su defensa, mientras se prepara para su próxima audiencia en septiembre.
Esta situación resalta la complejidad y las tensiones en torno a uno de los capos más notorios del narcotráfico, cuya captura y proceso judicial continúan atrayendo la atención internacional.