Un juez federal sentenció este martes a Jack Teixeira, exmiembro de la Guardia Nacional Aérea de Massachusetts, a 15 años de prisión por filtrar documentos clasificados sobre la guerra en Ucrania, en uno de los casos de seguridad nacional más importantes en años. Teixeira, de 22 años, se declaró culpable de seis cargos de retención y transmisión de información de defensa nacional bajo la Ley de Espionaje, tras su arresto en marzo.
Durante la audiencia, Teixeira compareció ante la jueza Indira Talwani, vestido con el típico overol naranja de los detenidos. Con una expresión seria, se disculpó públicamente por el «torbellino» que desató con sus acciones, aceptando la responsabilidad total de sus decisiones. Al concluir su declaración, Teixeira abrazó a su abogado y se despidió de su familia antes de ser escoltado fuera de la sala.
La filtración de Teixeira desató preocupaciones sobre la seguridad de los documentos clasificados de Estados Unidos y llevó al gobierno de Joe Biden a implementar nuevas medidas para reforzar los controles en el manejo de información sensible. En respuesta, el Pentágono endureció sus protocolos de seguridad y disciplinó a miembros del personal que, según las autoridades, no tomaron las acciones necesarias para detectar a tiempo el comportamiento de Teixeira.
El fiscal interino Joshua Levy, en una conferencia de prensa posterior a la sentencia, afirmó que la pena impuesta refleja la gravedad de la traición de Teixeira a su país. “Violó la confianza de su posición y repetidamente tomó la decisión de filtrar información confidencial, ignorando el riesgo para la seguridad nacional”, señaló Levy, quien destacó que esta sentencia servirá como un claro mensaje para disuadir futuras filtraciones.
Durante el juicio, el fiscal adjunto Jared Dolan recomendó una condena de más de 16 años, describiendo el impacto de las filtraciones como un daño «histórico» que ayudó a los adversarios de Estados Unidos y puso en peligro a sus aliados. Según Dolan, el castigo debe ser lo suficientemente severo para advertir a otros en el ejército sobre las consecuencias de divulgar secretos nacionales.
Sin embargo, la defensa de Teixeira, encabezada por Michael Bachrach, argumentó que una sentencia de 11 años era más apropiada. “Es un castigo considerable y disuasivo, especialmente para otros militares jóvenes”, dijo Bachrach, quien describió a Teixeira como una persona introvertida y sin antecedentes penales, que actuó sin intención de perjudicar a Estados Unidos.
Jack Teixeira, originario de North Dighton, Massachusetts, admitió haber compartido los documentos en un foro privado de la plataforma Discord, donde interactuaba con otros usuarios. La defensa señaló que Teixeira, que pasaba la mayor parte de su tiempo en línea, no comprendía plenamente las consecuencias de sus actos.
La sentencia de Teixeira marca un punto de inflexión en la gestión de información clasificada en Estados Unidos, y plantea interrogantes sobre la seguridad y el control de los secretos más sensibles del país.