La Plaza Comercial Izazaga 89, ubicada en la colonia Centro de la Ciudad de México, fue clausurada por violar diversas disposiciones legales. Este viernes, se viralizó un video en el que trabajadores de la plaza, visiblemente molestos, gritan a los policías que resguardan el edificio.
En el video, se puede ver a cerca de 30 policías custodiando el inmueble mientras funcionarios del Instituto de Verificación. Administrativa de la Ciudad de México (INVEA) colocan los sellos de clausura. Un trabajador furioso gritó a los funcionarios: «No importa, mañana lo van a volver a abrir. Ya son clientes».
La diligencia de clausura se llevó a cabo el jueves 11 de julio alrededor de las 12:30 horas. Personal del INVEA y de la Secretaría de Finanzas clausuraron la Plaza Izazaga 89 por la venta de objetos de contrabando sin documentación correspondiente. En el operativo participaron decenas de funcionarios del INVEA y 95 elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana capitalina, además de servidores públicos de las secretarías de Gobierno, Desarrollo Urbano y Vivienda, Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, y la autoridad del Centro Histórico.
La Plaza Izazaga 89, una de las más concurridas de la colonia Centro, ha sido clausurada en múltiples ocasiones. En marzo de 2024, la plaza de 16 pisos fue clausurada por un breve periodo antes de reabrir rápidamente y continuar con la venta de productos, mayormente de origen chino.
Anteriormente, la plaza había sido cerrada por no poder comprobar la legalidad de los productos comercializados. Una falla en las facturas desencadenó la investigación que llevó al cierre. Además, se ha señalado el riesgo de colapso del edificio debido a su sobrecarga en más de 10 pisos. Desde el sismo de 2017, el edificio ha presentado grietas y daños estructurales que no han sido solucionados, incrementando el riesgo en su operación.
La clausura de la Plaza Izazaga 89 refleja los esfuerzos de las autoridades para combatir el contrabando y garantizar la seguridad estructural de los edificios en la ciudad. Sin embargo, la recurrente reapertura del inmueble plantea preguntas sobre la eficacia de estas medidas y la necesidad de un control más estricto.