El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, reconoció el lunes la complejidad de la situación desatada por la irrupción policial en la Embajada de México en Quito el pasado viernes para arrestar al exvicepresidente Jorge Glas, quien gozaba de asilo político en dicha legación.
Noboa afirmó que, si bien tuvo que tomar decisiones excepcionales para proteger la seguridad nacional y el Estado de derecho, está dispuesto a resolver diferencias con México, reiterando que la justicia no se negocia.
En una carta publicada en redes sociales, el mandatario ecuatoriano expresó su compromiso de cumplir con los dictámenes de la justicia, subrayando que su gobierno no podía permitir el asilo a delincuentes sentenciados implicados en crímenes graves.
El presidente criticó a quienes han cuestionado su gestión en este asunto, señalando que algunos han solicitado medidas extremas como la declaración de guerra o sanciones económicas contra Ecuador, lo que consideró una traición a la patria.
Noboa reafirmó el respeto de Ecuador por el derecho internacional y expresó su disposición a resolver diferencias con México, pero destacó que la justicia prevalecerá y que no protegerán a criminales que hayan causado daño a los mexicanos.
Finalmente, agradeció a las fuerzas de seguridad y a los ciudadanos que luchan por un nuevo Ecuador. La crisis diplomática se desencadenó tras la detención de Glas, acusado de corrupción y procesado por malversación.