El ministro del Interior de Perú, Víctor Torres, anunció el lunes su renuncia al cargo en medio de un escándalo político vinculado al uso de lujosos relojes Rolex por parte de la presidenta Dina Boluarte, quien está siendo investigada por la fiscalía por presunto enriquecimiento ilícito.
«Me voy en paz, con las manos limpias», declaró Torres a los periodistas después de un consejo de ministros en el Palacio de Gobierno, añadiendo que su salida se debe a «temas familiares y de salud».
La dimisión de Víctor Torres se produce en un contexto de crisis y controversias que afectan tanto a su gestión como a la administración de la presidenta Boluarte. Previamente a su renuncia, el Ministerio del Interior ya enfrentaba críticas, especialmente después de un incidente de agresión hacia Boluarte y los cambios posteriores en los altos mandos de la Policía Nacional del Perú (PNP), que incluyeron la destitución del general PNP Jorge Angulo.
Esta serie de eventos ha generado preocupaciones sobre la capacidad del Ministerio del Interior para garantizar la seguridad de la mandataria, especialmente durante eventos oficiales.
La remoción de Angulo y otros altos funcionarios, así como las revelaciones sobre contrataciones de allegados de Torres para puestos clave dentro del Ministerio, han suscitado acusaciones de favoritismo y cuestionamientos sobre la integridad de estos nombramientos.
Estas renuncias ocurren en un clima de tensión política, con varios sectores del Congreso expresando su descontento con la gestión de Torres e incluso considerando la posibilidad de una censura. Todo esto se desarrolla en medio de altas tasas de criminalidad y delincuencia en el país, que han sido puntos críticos en la evaluación de la eficacia del Ministro del Interior y su departamento.
