A pesar de los esfuerzos y las esperanzas depositadas en las lluvias, la sequía continúa siendo una amenaza latente en varios estados de México. Según el Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), algunas regiones aún enfrentan condiciones extremas de escasez de agua, incluso después del retorno de las precipitaciones.
Aunque el Sistema Cutzamala experimentó una leve recuperación en sus niveles de suministro, con un aumento del 35.1 por ciento de lluvia en comparación con el promedio habitual, estados como Sonora, Chihuahua y Coahuila todavía padecen una sequía extrema.
El panorama es desafiante, ya que la temporada de lluvias aún parece distante. Normalmente, las precipitaciones en México se registran entre mayo y noviembre, lo que significa que aún falta al menos un par de meses para su llegada.
Según los datos del Monitor de Sequía, el porcentaje de áreas con sequía de moderada a excepcional a nivel nacional es del 59.86 por ciento. En su último reporte, la Conagua identificó estados en alerta roja, incluyendo a Chihuahua, Sonora, Sinaloa, Durango, Tamaulipas y otros, donde la sequía alcanza niveles extremos y excepcionales.
Las presas del Sistema Cutzamala, aunque mostraron una ligera mejora en sus niveles de llenado, siguen operando con un déficit significativo, representando apenas el 38.6 por ciento de su capacidad total.
La persistencia de la sequía en México se atribuye al aumento de las condiciones áridas en las regiones centro y norte del país en los últimos años. Según el Banco Mundial, la disponibilidad de agua per cápita ha disminuido en un 60 por ciento en los últimos 50 años, y se espera que empeore en los próximos años, con estimaciones que sugieren una disponibilidad de menos de 3 mil metros cúbicos por habitante para el año 2030.