La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, afirmó que la condena de 38 años de prisión impuesta a Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública, representa un símbolo claro de la corrupción y degradación durante el gobierno de Felipe Calderón. En su conferencia matutina, conocida como «La Mañanera del Pueblo», Sheinbaum subrayó que la sentencia es un recordatorio de los errores cometidos bajo la estrategia de seguridad de ese periodo.
La mandataria no tardó en reaccionar a las declaraciones del ex presidente Calderón, quien admitió que su estrategia de seguridad tuvo «aciertos y errores». Con ironía, Sheinbaum respondió: «Bueno, sí, un pequeño error: puso al frente de esa política de seguridad a un narcotraficante», en clara referencia a García Luna.
García Luna, traidor a la confianza del pueblo
Durante la audiencia, el juez Brian Cogan, quien también condenó a Joaquín «El Chapo» Guzmán, criticó duramente a García Luna, señalando que, a pesar de sus logros en el ámbito de la seguridad, vivió una «doble vida» al traicionar la confianza de los mexicanos y colaborar con el narcotráfico.
La presidenta enfatizó que este tipo de situaciones «no deben repetirse» en México y reafirmó su compromiso con la erradicación de la corrupción. «Nosotros tenemos un mandato popular para construir la paz de una manera distinta, sin repetir los errores del pasado», expresó Sheinbaum.
La caída de un alto perfil
Genaro García Luna, exfuncionario clave en el gobierno de Felipe Calderón, fue condenado en Estados Unidos después de que un jurado en Brooklyn lo encontrara culpable de cinco cargos relacionados con el tráfico de cocaína y de mentir a las autoridades estadounidenses. Aunque García Luna insistió en su inocencia hasta el final, incluso mediante cartas escritas a mano, las pruebas presentadas en su contra lo colocaron al nivel de grandes figuras del narcotráfico como «El Chapo» Guzmán.
Con esta sentencia, el gobierno mexicano encabezado por Sheinbaum espera marcar un antes y un después en la lucha contra la corrupción, recordando los devastadores efectos que tuvo la complicidad entre funcionarios de alto nivel y el crimen organizado en administraciones pasadas.
