Todo hace suponer un futuro gobierno con mayor capacidad gubernativa al saliente. Aparentemente se acabó el tiempo de los floreros, buenos para cumplir caprichos y malos para el encargo.
Al menos es la primera impresión del adelanto de quienes ocuparán seis de las carteras en la administración de Claudia Sheinbaum.
La “campechana” conformada por gente allegada a la futura mandataria y otros con la “marca” del presidente totalmente Palacio Nacional, cuya fecha de caducidad se aproxima, revela continuidad con cambio.
A bote pronto, queda la impresión de ser gente preparada y con proclividad al diálogo, lo cual es una plus que brilló por su ausencia durante el primer piso de la llamada cuarta transformación.
Esta característica contrasta con la expresada por los actuales y futuros legisladores del cuatroteísmo, para quienes las consignas palaciegas deben ser magnificadas hasta la ignominia.
Tal dicotomía, tiene su origen en la cultura de la “lealtad a ciegas” y nula capacidad, instaurada por el presidente sin nombre y sin palabra, y aderezada por los “duros” de Morena, lo cual puede entorpecer el arranque del siguiente gobierno.
Curulecos y escañeros cuatroteistas muestran una animosidad más cercana al arroyo que a un parlamento, cuando ni siquiera se analiza y debate ninguna iniciativa. Estridencias sin pena ni gloria.
Pero regresando a los primeros integrantes del gabinete del segundo piso transformador, las currículas del sexteto de futuros funcionarios hablan de sus virtudes académicas y laborales.
Sin embargo, hay pasajes en la historia de vida de algunos de ellos que les quita brillo y no genera confianza absoluta, sobre todo por su poco apego a la legalidad y al pulcro manejo de los recursos públicos.
Aún falta la mayoría de nombramientos del gabinete de Sheinbaum Pardo. De seguir la misma tónica, de designar a conocedores del área a desempeñar, se tendría un equipo eficiente y menos ideologizado.
Tampoco se trata de echar las campanas al vuelo, pues es innegable que el todavía habitante temporal del palacete virreinal persistirá en meter su cuchara en los nombramientos y contar con “halcones” a su servicio.
Deshacerse de floreros sería el primer gran acierto de la futura ocupante de Palacio Nacional. Y tranquilizar al cuatroteísmo legislativo sería otro.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
En casi 6 años Pemex debe menos y vale más, según Octavio Romero Oropeza, director de la paraestatal. En el presente sexenio la petrolera ha logrado un desendeudamiento de 30 mil millones de dólares, principalmente por aportaciones del gobierno federal, con el dinero de los contribuyentes.
Acredita TEPJF infracción de AMLO por uso indebido de recursos públicos,
difundir propaganda gubernamental en período prohibido, realizar promoción personalizada, y vulnerar los principios de imparcialidad, neutralidad y equidad en la pasada elección.
@Edumermo