Hay quienes han llevado la cuenta de los desatinos de Andrés Manuel López Obrador al frente de la presidencia de la República, así como de los escándalos de trascendencia internacional, suscitados en las redes sociales y los medios de comunicación.
Las fallas en las cuentas alegres sobre el gasto público, la compra de medicinas y vacunas, las promesas sin cumplir, medias verdades y de francas mentiras expresadas por AMLO en las mañaneras se cuentan por miles.
Los escándalos habían sido calculados como de a uno por mes, en los que normalmente están involucrados personajes muy cercanos a él, sobre quienes extiende su manto protector diciendo que les tiene confianza. Pero esta semana se juntaron tres eventos que han puesto bajo un severo juicio de la opinión pública a la Cuarta Transformación: el homicidio de los sacerdotes jesuitas, el tráiler de la muerte que contabiliza 53 migrantes fallecidos y, ayer, el asesinato del periodista Antonio de la Cruz, en Tamaulipas.
Todo esto en tan sólo cuatro días seguidos, junto con las cifras sobre la inflación, que afecta a todos, pero más, en lo inmediato y en el día a día, a quienes tienen menores ingresos, y el alza a los precios de los combustibles, la gasolina y el diésel, que en términos reales han incrementado sus precios en alrededor de 30%, pero que son subsidiados por el gobierno federal para evitar gasolinazos al público consumidor, pero que en la realidad están teniendo un muy elevado costo que se paga con nuestros ingresos petroleros, o sea, con nuestro dinero, porque al menos en teoría el petróleo es de los mexicanos, todo esto pone en duda, ya no a futuro, sino en el corto plazo, la viabilidad del modelo que sin pies ni cabeza impulsa el actual gobierno.
Mientras desde Palacio Nacional se envían condolencias y abrazos fraternos a las familias de los fallecidos en el tráiler de la muerte, donde hasta el momento se han identificado los cuerpos de 27 mexicanos y han sido detenidas por el gobierno estadounidense cuatro personas debido a su presunta participación, el comisionad nacional del Instituto Nacional de Migración niega que el tráiler haya pasado por puestos fronterizos mexicanos y afirma que inició su recorrido en los Estados Unidos, versión que contrasta con otras informaciones y que no despeja la duda sobre la efectividad de los controles migratorios, ya que los mexicanos muertos provenían de al menos ocho diferentes entidades y de países centroamericanos.
Una semana trágica, además, con el ataque a balazos al periodista Antonio de la Cruz, en el que su hija se debate entre la vida y la muerte tras haber resultado como víctima colateral, con un balazo en la cabeza.
Y para iniciados Las corcholatas presidenciales andan en campaña, aunque lo nieguen. Este fin de semana se espera la visita de Claudia Sheinbaum a Cuernavaca. La estructura que está conformando Margarita González Saravia ya recluta mujeres para llevarlas al evento que se promociona, discretamente, como de “encuentro y tareas de organización” de quienes dicen estar “Unidos por la Transformación-Morelos”.
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