El proyecto emblemático del presidente Andrés Manuel López Obrador, el Tren Maya, celebra su primer mes de operación con un balance que destaca una afluencia modesta de turistas extranjeros, apenas dos rutas en funcionamiento, algunas fallas y retrasos, pero también la prometedora esperanza de atraer a un mayor número de viajeros.
El mandatario inauguró oficialmente el tramo de Campeche a Cancún el 15 de diciembre, aunque el servicio se suspendió del 28 al 31 de diciembre para dar inicio a la ruta de Cancún a Palenque.
En las primeras tres semanas de operación, el Tren Maya logró vender 15,579 boletos, de los cuales solo el 2.57%, es decir, 401, correspondieron a turistas internacionales, según el informe más reciente del general Óscar David Lozano, director general del Tren Maya, entidad administrada por el Ejército.
A pesar de los desafíos, los proveedores de servicios turísticos en el Caribe mexicano están explorando opciones para atraer a los viajeros, a pesar de que el tren se encuentra en una fase de preapertura y continúan los trabajos de construcción en estaciones y vías.
En una visita a la estación de Valladolid, Yucatán, se observa que, aunque el tren no opera a su máxima capacidad y la velocidad es moderada, el flujo de pasajeros es constante, convirtiéndose en una atracción para locales y turistas curiosos.
Noé Rodríguez Cervera, presidente de la Asociación de Hoteles y Hostales de Valladolid, destacó la colaboración con la empresa del Tren Maya y el Fondo Nacional de Turismo (Fonatur) desde marzo pasado. Su objetivo es promocionar los servicios turísticos locales en las estaciones y paraderos del Tren Maya.
«La estación del Tren Maya es una nueva oportunidad para fomentar el turismo que genere beneficios económicos para Valladolid», afirmó Rodríguez Cervera, enfatizando la importancia de que los visitantes conozcan y disfruten de las riquezas naturales, gastronómicas y arquitectónicas de la región, extendiendo su estadía más allá de una noche.